lunes, 9 de julio de 2012

El valor de menos valor y más esquivo y perdido: Vida Sagrada (*)








El valor de menos valor y más esquivo y perdido: Vida Sagrada (*)


 Tania Ruiz Tirado (ATRAEM)

(*) El término pertenece al proyecto de Corpovisionarios de Colombia.

En el aquí y ahora de Venezuela  hay un valor  que ha sido y es absolutamente degradado que es el valor del respeto por la vida, en el sentido más estricto de su comprensión. Pareciera que para los venezolanos la protección de la vida no es personal ni  socialmente un valor de gran estima.  Y nos preguntamos a qué obedece este desprecio por la vida humana que parece dominar la conducta de los venezolanos cada vez con mayor asiduidad. El problema de la violencia y la inseguridad y sus consecuencias probablemente es el más grave que nos aqueja a todos: pobres y ricos, oficialistas y de oposición, adultos mayores, jóvenes y niños, mujeres y hombres. Somos una sociedad enferma, enferma de intolerancia, de odio, y día nos día nos contagiamos más. La violencia, la barbarie y el odio son   actos cotidianos. El otro asunto es la indiferencia o “la costumbre”,  ante el asesinato diario de los venezolanos.

El reciente mes de junio sólo en Caracas hubo 437 muertos, no obstante que en los últimos días del mes de implementó una nueva misión oficial contra la inseguridad.   ya vemos en los medios de comunicación como crece esta fatídica cifra., no podemos dejar de citar la consideración del papa  Juan Pablo II  sobre que la vida es un valor y un derecho natural, esencial a todo ser humano, independientemente de su sexo, poder económico, prestigio o fe:  “el Evangelio de la vida no es exclusivamente para los creyentes: es para todos. El tema de la vida y de su defensa y promoción no es prerrogativa única de los cristianos. Aunque de la fe recibe luz y fuerza extraordinarias, pertenece a toda conciencia humana que aspira a la verdad y está atenta y preocupada por la suerte de la humanidad. En la vida hay seguramente un valor sagrado y religioso, pero de ningún modo interpela sólo a los creyentes: en efecto, se trata de un valor que cada ser humano puede comprender también a la luz de la razón y que, por tanto, afecta necesariamente a todos. Trabajar en favor de la vida es contribuir a la renovación de la sociedad mediante la edificación del bien común. En efecto, no es posible construir el bien común sin reconocer y tutelar el derecho a la vida, sobre el que se fundamentan y desarrollan todos los demás derechos inalienables del ser humano. Ni puede tener bases sólidas una sociedad que –mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz—se contradice radicalmente aceptando o tolerando las formas más diversas de desprecio y violación de la vida humana sobre todo si es débil y marginada”.

La democracia, los derechos humanos y la cultura de la paz son los antídotos más eficaces contra la violencia y el odio.  Son formas civilizadas que permiten que los seres humanos se abracen fraternalmente. Todos los venezolanos tenemos necesariamente que trabajar, elaborar, traducir el valor del respeto a la vida. El respeto por los derechos humanos debe comenzar pues por el respeto  por la vida.  Respetar a todos los seres es respetarnos a nosotros mismos. Ésa es la base real que sustenta el respeto a los derechos humanos.

Unámonos a los venezolanos de DALE UN PARAO:

Daleunparao

MANIFIESTO POR LA VIDA

Miércoles, 25 de abril de 2012


Acompañamos texto que desde el movimiento Daleunparao vamos a presentar, tal como se acordó en varias asambleas, ante la Asamblea Nacional, respaldado por las firmas de integrantes del sector musical y artístico nacional, para apoyar las peticiones que allí hacemos. Este documento también servirá como base para encuentros que pensamos sostener con gobiernos regionales y municipales, así como instituciones nacionales relacionadas con el tema, con peticiones similares y para tratar el tema de la violencia e inseguridad que tanto nos afecta. Para tu respaldo y adhesión a este manifiesto, es necesario que nos envíes tu nombre, número de cédula de identidad y ocupación al email daleunparao@gmail.com con el título (subject): Apoyo Manifiesto.

  
MANIFIESTO POR LA VIDA
Ante el aumento de la violencia y la inseguridad

Somos personas relacionadas al quehacer musical y artístico nacional, que ante la indefensión que vivimos por la grave situación de inseguridad y violencia, nos vemos en la necesidad de dirigirnos a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela para transmitir nuestra gran preocupación y hacer una serie de peticiones y propuestas.

La grave situación que hoy agobia a todos y todas quienes vivimos en Venezuela requiere del compromiso de cada ciudadano, pero sobre todo requiere de una actuación eficaz y contundente del Estado, quien es el encargado de administrar los recursos públicos, gerenciar instituciones y establecer legislación y ante todo, es quien tiene la enorme responsabilidad, a través de sus Poderes Públicos, de garantizar los derechos fundamentales de la persona, siendo el más preciado el derecho a la vida. Ésta responsabilidad debe ser honrada.

La comunidad musical y artística se ha visto conmocionada por sucesos en los que algunos de sus miembros han sido víctimas de robo, secuestro y asesinato, lo que ha despertado la conciencia en nuestros gremios sobre la importancia de tomar iniciativas colectivas para contribuir en la lucha contra la violencia e inseguridad que afecta al país. Estos sucesos se han convertido en motor para que muchos reaccionemos y no nos quedemos observando pasivamente tanto dolor en la población, ya que lamentablemente estos hechos son apenas una mínima expresión de la magnitud de las secuelas de la violencia en Venezuela. Es por esto que, aunque esta petición está suscrita básicamente por ciudadanos de los sectores musical y artístico, representa también el sentimiento de muchos venezolanos.

El derecho a la vida es inviolable según el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el Artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y es el Estado, representado en todas sus instituciones, así como en el gobierno Nacional, los gobiernos Estatales y Municipales, quien debe velar por el cabal cumplimiento de ese derecho. Todas las personas tenemos el derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana, consagrado claramente en el artículo 55 de la Constitución.

Los ciudadanos nos sentimos impotentes frente a una situación que nos rebasa y exigimos una acción urgente y efectiva por parte del Estado para revertir de forma drástica y definitiva la situación de violencia e inseguridad que arropa al país día tras día.

Por todo lo descrito y amparados en los artículos 51 y 62 de la Constitución y en el Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea Nacional, solicitamos con carácter de urgencia a la Asamblea Nacional, como órgano legislativo nacional con funciones de control sobre el gobierno y la administración, que representa a todos los ciudadanos:

 1.   Que inste a los Poderes Ejecutivo (Nacional, Regional y Municipal), Judicial y Ciudadano a que de una manera clara, eficaz y contundente enfrenten, dentro de los principios de un Estado de Derecho, la ola de criminalidad de la cual somos víctimas los ciudadanos y se tomen todas las medidas necesarias para acabar con la impunidad, siendo esta una de las principales causas del auge delictivo en Venezuela.

2.   Que a través de las comisiones que considere pertinentes inicie investigaciones sobre el estado desbordado de violencia que vivimos hoy y sobre  las posibles omisiones de las autoridades o funcionarios competentes en el área.

3.   Que ejerza su poder contralor para garantizar a los ciudadanos que el Plan de Desarme se lleve a cabo con absoluta transparencia y sea una realidad en el más corto plazo.

4.   Que inste al Poder Ejecutivo Nacional para que haga una inversión urgente en iluminación en las calles. Observamos que hay enormes zonas de las ciudades que permanecen bajo una oscuridad total, caldo de cultivo básico para la delincuencia.

5.   Que inste al Poder Ejecutivo Nacional a que no compre más armas de guerra, canalizando esos recursos en acciones y planes que estén dirigidos a la lucha contra la inseguridad en nuestro país y a fomentar una educación policial que centre al ciudadano como sujeto de derechos.

6.   Que exhorte a todos a fomentar un lenguaje de paz y de altura en los debates políticos, marcando la pauta de lo que puede ser el tratamiento constructivo de las diferencias.

7.   Que inste al Ejecutivo Nacional a convocar a diversos sectores políticos y sociales y a gobernadores y alcaldes para elaborar un Plan Nacional por la Seguridad Ciudadana y la no violencia con metas de corto, mediano y largo plazo.

A los 25 días del mes de abril de 2012


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