El valor de menos valor y más esquivo y perdido: Vida Sagrada (*)
Tania Ruiz Tirado (ATRAEM)
(*) El término pertenece al
proyecto de Corpovisionarios de Colombia.
En el aquí y ahora de Venezuela hay un valor que ha sido y es absolutamente degradado que
es el valor del respeto por la vida, en el sentido más estricto de su
comprensión. Pareciera que para los venezolanos la protección de la vida no es
personal ni socialmente un valor de gran
estima. Y nos preguntamos a qué obedece
este desprecio por la vida humana que parece dominar la conducta de los
venezolanos cada vez con mayor asiduidad. El problema de la violencia y la
inseguridad y sus consecuencias probablemente es el más grave que nos aqueja a
todos: pobres y ricos, oficialistas y de oposición, adultos mayores, jóvenes y
niños, mujeres y hombres. Somos una sociedad enferma, enferma de intolerancia,
de odio, y día nos día nos contagiamos más. La
violencia, la barbarie y el odio son
actos cotidianos. El otro asunto es la indiferencia o “la costumbre”, ante el asesinato diario de los venezolanos.
El reciente mes de junio sólo en Caracas hubo 437 muertos, no obstante que en los últimos días del mes de
implementó una nueva misión oficial contra la inseguridad. ya
vemos en los medios de comunicación como crece esta fatídica cifra., no podemos
dejar de citar la consideración del papa
Juan Pablo II sobre que la vida
es un valor y un derecho natural, esencial a todo ser humano,
independientemente de su sexo, poder económico, prestigio o fe: “el Evangelio de la vida no es exclusivamente
para los creyentes: es para todos. El tema de la vida y de su defensa y
promoción no es prerrogativa única de los cristianos. Aunque de la fe recibe
luz y fuerza extraordinarias, pertenece a toda conciencia humana que aspira a
la verdad y está atenta y preocupada por la suerte de la humanidad. En la vida
hay seguramente un valor sagrado y religioso, pero de ningún modo interpela
sólo a los creyentes: en efecto, se trata de un valor que cada ser humano puede
comprender también a la luz de la razón y que, por tanto, afecta necesariamente
a todos. Trabajar en favor de la vida es contribuir a la renovación de la
sociedad mediante la edificación del bien común. En efecto, no es posible construir el bien común sin reconocer y
tutelar el derecho a la vida, sobre el que se fundamentan y desarrollan todos
los demás derechos inalienables del ser humano. Ni puede tener bases
sólidas una sociedad que –mientras afirma valores como la dignidad de la
persona, la justicia y la paz—se contradice radicalmente aceptando o tolerando
las formas más diversas de desprecio y violación de la vida humana sobre todo
si es débil y marginada”.
La democracia,
los derechos humanos y la cultura de la paz son los antídotos más eficaces
contra la violencia y el odio. Son
formas civilizadas que permiten que los seres humanos se abracen
fraternalmente. Todos los venezolanos tenemos necesariamente que trabajar,
elaborar, traducir el valor del respeto
a la vida. El respeto por los derechos humanos debe comenzar pues por el
respeto por la vida. Respetar a todos los seres es respetarnos a nosotros
mismos. Ésa es la base real que sustenta el respeto a los derechos humanos.
Unámonos a los venezolanos de DALE UN PARAO:
Daleunparao
MANIFIESTO
POR LA VIDA
Miércoles, 25 de abril de 2012
Acompañamos texto que desde el movimiento Daleunparao vamos a presentar, tal como se acordó
en varias asambleas, ante la Asamblea Nacional, respaldado por las firmas de
integrantes del sector musical y artístico nacional, para apoyar las peticiones
que allí hacemos. Este documento también servirá como base para encuentros que
pensamos sostener con gobiernos regionales y municipales, así como
instituciones nacionales relacionadas con el tema, con peticiones similares y
para tratar el tema de la violencia e inseguridad que tanto nos afecta. Para tu respaldo y adhesión a este manifiesto, es
necesario que nos envíes tu nombre, número de cédula de identidad y ocupación
al email daleunparao@gmail.com con el
título (subject): Apoyo Manifiesto.
MANIFIESTO POR LA
VIDA
Ante el aumento de la violencia y la inseguridad
Somos personas relacionadas al quehacer musical y artístico
nacional, que ante la indefensión que vivimos por la grave situación de
inseguridad y violencia, nos vemos en la necesidad de dirigirnos a la Asamblea Nacional
de la República
Bolivariana de Venezuela para transmitir nuestra gran
preocupación y hacer una serie de peticiones y propuestas.
La grave situación que hoy agobia a todos y
todas quienes vivimos en Venezuela requiere
del compromiso de cada ciudadano, pero sobre todo requiere de una actuación
eficaz y contundente del Estado, quien es el encargado de administrar los
recursos públicos, gerenciar instituciones y establecer legislación y ante
todo, es quien tiene la enorme responsabilidad, a
través de sus Poderes Públicos, de
garantizar los derechos fundamentales de la persona, siendo el más preciado el
derecho a la vida. Ésta responsabilidad debe ser honrada.
La comunidad musical y artística se ha visto conmocionada por
sucesos en los que algunos de sus miembros han sido víctimas de robo, secuestro
y asesinato, lo que ha despertado la conciencia en nuestros gremios sobre la
importancia de tomar iniciativas colectivas para contribuir en la lucha contra
la violencia e inseguridad que afecta al país. Estos sucesos se han convertido
en motor para que muchos reaccionemos y no nos quedemos observando pasivamente
tanto dolor en la población, ya que lamentablemente estos hechos son apenas una
mínima expresión de la magnitud de las secuelas de la violencia en Venezuela.
Es por esto que, aunque esta petición está suscrita básicamente por ciudadanos
de los sectores musical y artístico, representa también el sentimiento de
muchos venezolanos.
El derecho a la vida es inviolable según el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela y el Artículo 3 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, y es el Estado, representado en todas sus instituciones,
así como en el gobierno Nacional, los gobiernos Estatales y Municipales, quien
debe velar por el cabal cumplimiento de ese derecho. Todas las personas tenemos
el derecho a la protección por parte del Estado a través de los órganos de
seguridad ciudadana, consagrado claramente en el artículo 55 de la Constitución.
Los ciudadanos nos sentimos impotentes frente a una situación que
nos rebasa y exigimos una acción urgente y efectiva por parte del Estado para
revertir de forma drástica y definitiva la situación de violencia e inseguridad
que arropa al país día tras día.
Por todo lo descrito y amparados en los artículos 51 y 62 de la Constitución y en el
Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea Nacional,
solicitamos con carácter de urgencia a la Asamblea Nacional,
como órgano legislativo nacional con funciones de control sobre el gobierno y
la administración, que representa a todos los ciudadanos:
1. Que
inste a los Poderes Ejecutivo (Nacional, Regional y Municipal), Judicial y
Ciudadano a que de una manera clara, eficaz y contundente enfrenten, dentro de
los principios de un Estado de Derecho, la ola de criminalidad de la cual somos
víctimas los ciudadanos y se tomen todas las medidas necesarias para acabar con
la impunidad, siendo esta una de las principales causas del auge delictivo en
Venezuela.
2. Que a
través de las comisiones que considere pertinentes inicie investigaciones sobre
el estado desbordado de violencia que vivimos hoy y sobre las posibles omisiones de las
autoridades o funcionarios competentes en el área.
3. Que
ejerza su poder contralor para garantizar a los ciudadanos que el Plan de
Desarme se lleve a cabo con absoluta transparencia y sea una realidad en el más
corto plazo.
4. Que
inste al Poder Ejecutivo Nacional para que haga una inversión urgente en
iluminación en las calles. Observamos que hay enormes zonas de las ciudades que
permanecen bajo una oscuridad total, caldo de cultivo básico para la
delincuencia.
5. Que
inste al Poder Ejecutivo Nacional a que no compre más armas de guerra,
canalizando esos recursos en acciones y planes que estén dirigidos a la lucha
contra la inseguridad en nuestro país y a fomentar una educación policial que
centre al ciudadano como sujeto de derechos.
6. Que
exhorte a todos a fomentar un lenguaje de paz y de altura en los debates
políticos, marcando la pauta de lo que puede ser el tratamiento constructivo de
las diferencias.
7. Que
inste al Ejecutivo Nacional a convocar a diversos sectores políticos y sociales
y a gobernadores y alcaldes para elaborar un Plan Nacional por la Seguridad Ciudadana
y la no violencia con metas de corto, mediano y largo plazo.
A los 25 días del mes de abril de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario